Pintura

Sokol, Ana

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Nació en Ucrania en 1902 y falleció en Buenos Aires en 1989. Llegó a Argentina después de la Segunda Guerra Mundial desde un pequeño pueblo de nombre cambiante. Ana Sokol, peluquera, fue además de una experta artesana de los cabellos, una pintora rara y mítica que cayó en el olvido. Desde 1935 tenía su taller y peluquería en calle 25 de Mayo, donde además de cortar el cabello a hombres, mujeres y niños, exhibía y ofrecía sus pinturas naif a la venta. Pintaba como lo sentía, como le salía, fuera de normas académicas y modas. Dibujaba recordando a su pueblo, a su padre herrero; plantas y animales. Pintaba alojándose en la religión, con un Noé más pequeño que la paloma del Espíritu Santo. El Arca de Noé en el que viajaban, fue uno de sus hits, y cuando conseguía vender un tema o motivo, lo repetía una y otra vez y eso pasó con el Arca. En los años 1960 exponía sus obras en el pasillo que iba desde su lugar de trabajo, la peluquería, hasta su casa: ambos estaban separados tan sólo por una cortina. Detrás de ella vivían la pintora y su hija. Su taller, ubicado en la zona del Bajo, era visitado periódicamente por Felipe Noé, Rogelio Polesello, Carlos Bissolino, Oscar Smoje y otros artistas.