Nació en Buenos Aires en 1949. Autodidacta en pintura, compartió el taller con el maestro nacido en Italia Juan Giardinieri, su hermano, y fue discípulo de Jorge Frasca. Estudió profundamente a los maestros renacentistas en Italia. Sus pinturas tienen enfoque hiperrealista con la temática del campo argentino y surrealistas en figuras humanas femeninas de excelente calidad plástica. En las obras de Antonio Giardinieri impacta el mensaje que organiza la elección de los recursos formales, suscitando la emoción estética. Se aprecia una unidad en cada una de sus obras que surge de una atenta elaboración, donde cada elemento responde de una manera rigurosa a los objetivos buscados. El color, la luz, el refinamiento de su paleta, la composición, responden a una intención simbólica que impone a cada una de sus pinturas características inéditas. Superficies planas, de gamas ascéticas, tibia luz y fantasiosas imágenes. Sobriedad de recursos, alta inspiración en su mundo irreal, hondo y extenso. Sus alargadas figuras femeninas, de colores simples y tonos nostálgicamente poéticos, son expresiones estilizadas y depuradas, que transmiten su poética entrega y su afecto por la materia, (Carlos Casasco Drago).