Nació en Salta el 14 de octubre del 1897 y falleció el 30 de enero del 1976 en la misma provincia. Autodidacta, su tránsito por la Academia Nacional de Bellas Artes duró pocos meses. Estudió la obra de Jorge Bermúdez que tuvo entre sus temas a la gente y escenas autóctonas del interior; luego a Ignacio Zuloaga y Emilio Centurión, huésped de Salta. Reintegrado a su tierra natal en 1939, residió en San Antonio de los Cobres, Cachi, Molinos y atraído por su imponente naturaleza, el encanto de sus callejas y su soledad sin par, años después en Iruya. Desde sus primeros paisajes y cabras que vendía en Harrod’s en Buenos Aires, hasta sus últimas obras, expresionistas por excelencia, con las que introdujo en Salta un lenguaje plástico desconocido localmente, su talento colocó a Salta a la altura de los avanzados centros culturales de la época, a pesar de su alejamiento físico de las grandes urbes. Jamás una tela terminada le saciaba, nunca presentó una exposición individual. Firmó algunas de sus obras con el seudónimo de Walter Mont. Obtuvo el Primer Premio, Medalla de Oro y Diploma en el Primer Salón Oficial de Salta, el Premio del Jurado en el Salón de Acuarelistas de Buenos Aires, el Tercer Premio en el Salón de Buenos Aires en 1972, el Segundo Premio en la Casa de Salta en Buenos Aires en 1973 y el Primer Premio en el Salón de la Dirección Provincial de Cultura de Salta. Como paisajista, cultivó los temas de su tierra y también se dedicó al retrato con un estilo realista.