Nació en Como Ragusa, Sicilia en 1933, Italia, pero radicado en la Argentina, Blas Gurrieri es un artista plástico y docente. Su primer contacto con el arte fue a través de sus tíos maternos, tallistas dedicados a la escultura en piedra. Hasta los diecisiete años estudió en la Escuela de Bellas Artes de su pueblo natal. Hacia 1950, ya en Buenos Aires, desarrolló su vocación artística. En una entrevista brindada para el periódico La Opinión de Rafaela, explicó que su formación fue el resultado de “continuas consultas y serios estudios profundizando las obras de los grandes en la historia del arte, recorriendo un arco imaginario hasta nuestros tiempos, citando someramente a Miguel Angel, Donatello, Bourdelle o Manzú”. En el mismo artículo, explica que la “mujer” es su fuente de inspiración y belleza, un homenaje a la vida y a la madre: “Como ser humano me despierta interés todo lo que me rodea y que alimenta mi espíritu, teniendo en cuenta la libre expresión que necesita y exige todo artista para su creación”.