Escultura

Allende, Carlos Alfonso

Buenos Aires
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Nacido en Ayacucho el 30 de octubre de 1910 y fallecido en Tandil en 1979, ambas en la provincia de Buenos Aires. De formación autodidacta en escultura, fue herrero y forjador. Radicado en Tandil en enero de 1939, montó en los fondos de su casa de la calle Chacabuco una herrería, desde la que fabricó cuchillos, a las que agregó espátulas de pintor que fueron muy codiciadas por los artistas del país que la conocieron y admiraron. Concurrió al Salón Nacional en los años 1952 a 1954, y en 1959, al Salón de La Plata, al Salón de Tandil, al Salón de Pergamino y otras muestras grupales. Según el crítico de arte Eduardo del Pino, Carlos Allende fue un antecedente realmente importante, porque lo considera un escultor modelo, respetuoso del material y del entorno. Se separa bastante de las reglas clásicas o neoclásicas, y sus cabezas de piedra son muy pregnantes, y potentes escultóricamente, es decir, no tienen que ver con la representación mimética superficial, sino con la fuerte estructura. Fue un gran conocedor de los materiales, convirtiéndose en un representante del arte de su época, Eduardo Rodríguez del Pino. Diario El Eco, Tandil 20 de mayo de 2014.