Escultura

Andina, Emilio

Buenos Aires
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Nace en Buenos Aires en 1875 en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Su educación formal en plástica la realiza en la Academia de Brera, Milán, y en el Instituto Real de Bellas Artes de Roma. Entre sus maestros se encontraron Francisco Confalonieri, Vespaciano Bignami y Enrico Butti. En 1905, regresa a la Argentina e inicia una su carrera como escultor en el ámbito local. Su obra “El picapedrero”, traída desde Europa, es adquirida por la Municipalidad y emplazada en Parque de los Patricios. La rigurosidad técnica empleada en el tallado en piedra se pone al servicio de homenajear las luchas sociales llevadas a cabo por los picapedreros de Tandil. Las construcciones identitarias son, a su vez, un eje de su producción. No sólo realiza homenajes a figuras políticas argentinas, como en su monumento dedicado a Adolfo Alsina, sino que, desde una visión latinoamericanista, se ocupa también de las representaciones de los pueblos originarios. “La Ñusta”, emplazada actualmente en Parque Chacabuco, representa, desde el sufrimiento de la colonización española, a las vírgenes incaicas consagradas al dios Inti. En esta misma línea, se haya su obra “Tehuelche”. Sus trabajos presentan también una fuerte carga simbólica, como se puede observar en “Flora Argentina”, una de sus piezas más famosas: ubicada actualmente en el Jardín Botánico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y realizada en mármol y granito, se trata de un desnudo femenino que emerge de entre una frondosa serie de vegetación tallada de manera preciosista. Fallece en su ciudad natal en 1935.