Nació en Buenos Aires en 1917 y falleció en la misma ciudad en 2007. Luego de abandonar una etapa dedicada a la música, encontró en la escultura una nueva forma de expresión permanente y perdurable. Desde 1960 mostró sus obras en las galerías más prestigiosas de Buenos Aires y desde 1985 expuso también con regularidad en Francia. Entre los años 1968 y 1970, junto a su esposo, el pintor Nicolás Rubió, Esther Barugel recorrió exhaustivamente el Mercado de Abasto, fotografiando carros y camiones fileteados, juntando información y escuchando historias para concretar la muestra de los Maestros Fileteadores de Buenos Aires, que fue la más importante en su tipo en Argentina. En su obra, las figuras son reducidas a su mínima expresión, formando bloques compactos, grupos indivisibles, en el que cada parte conserva, sólo, aquellos rasgos distintivos que permiten identificar su género y los modos en que cada parte se vincula entre sí. Desde su primera muestra en galería Pizarro, en 1960, hasta la última, siguió un camino firme, que la ha llevado a realizar una obra significativa, desatendiendo todo lo que no era su obra, su familia y los amigos.Barugel es una escultora de conjuntos. Su obra no nace de un dibujo, nace de un significado. Alternan tres fuentes de inspiración. A veces las formas que ella crea aluden a imágenes precolombinas, es una de las artistas argentinas que tiene mayor conocimiento de América Latina, los períodos precolombino y colonial. A veces se acerca a las imágenes de la orfebrería marroquí. Pero su mayor fuente de inspiración es un mundo gótico centroeuropeo y sin contacto con el mismo.