Pintura

Doffo, Juan

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Nació en Mechita, población de la llanura bonaerense, en 1948. Profesor egresado de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón en 1977. En 1981 obtuvo una beca que le permitió viajar a Europa, Canadá y Estados Unidos. Realizó sus últimas exposiciones individuales en el Centro Cultural Virla de Tucumán en 1998, Paláis de Glace en 1998 y Museo Genaro Pérez en 2002. Expuso en Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Montevideo, Amsterdam, Londres, París, Miami, Nueva York, Bienal Internacional de Arte de Cuenca Ecuador, Holanda, Suiza, Italia, Alemania y Cuba. Obtuvo Primer Premio en 2008 y Segundo Premio en 1993 en el Salón Nacional. Premio de la Asociación Argentina de Críticos de Arte en 2004. Primer Premio en la Bienal de Salta en 2000. Tercer Premio en la Bienal de Córdoba en 2000. Primera Mención Museo Metropolitano de Buenos Aires en 1996. Primera Mención en la Bienal Chandon en 1995. Primer Premio en el Salón Manuel Belgrano en 1988. Mención en la Bienal de Miami en 1986. Mención del Premio Amalia Fortabat en 1986. Primer Premio en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en 1983. Primer Premio Banco del Acuerdo en el Museo Nacional de Bellas Artes en 1980. Primera Mención Premio Braque en 1970. Desarrolla su producción a partir de sus vivencias, siempre vinculando los hechos a un concepto filosófico. En 1979 realiza su primera individual, en un momento en el que abandona la etapa metafísica de sus pinturas para desarrollar la imagen a partir de Mechita, su lugar de origen. Sus desarrollos plásticos posteriores, manifiestan tendencia a una definición más precisa de su lenguaje, a partir de la apropiación de determinados elementos simbólicos, tomando a su pueblo como principal referencia de sus obras. El cielo con sus estrellas ordenadas en la parte superior, unido indisolublemente a su contracara: el infierno y sus fuegos míticos en la parte inferior. A inicios de los años 1990 enmarca sus obras en estructuras laberínticas, unificando cielo y campo en el mismo plano de expresión. Desde 2000 en adelante, su paleta generalmente conformada por colores fríos, deja entrever pequeñas zonas de rojo o amarillo. Vértigo de lo cotidiano, manifiesta el interés en el que deriva en ese momento de la producción. La construcción pondera un centro de convergencia que no deja de sustraerse a la atmósfera de infinitud espacial. De esa manera, Doffo tiende una línea entre el vacío de la oscuridad y la grilla que conforman esos focos de luz, que encienden a modo de tejido desde la esfera de lo ilusorio. En este sentido, si en cada pintura se cuela una amenaza de abismo, no es porque los pequeños dominios del artista sean precarios, sino porque están atravesados por la incertidumbre y el vértigo de lo cotidiano. Macromuseo.