Pintura

Cascarini, Roberto Cristobal

Buenos Aires
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Nació en Buenos Aires el 9 de octubre de 1895 y falleció en Mendoza el 29 de junio de 1990. Su padre fue ebanista y realizó obras en edificios de Buenos Aires, entre ellas las portadas de la Catedral Metropolitana, el Coro de los Canónigos y el Trono Arzobispal. Desde muy joven lo atrajeron todas las manifestaciones artísticas. Inició su aprendizaje en el arte con Francisco Paolo Parisi. Cursó estudios simultáneos en la Facultad de Arquitectura y en la Academia Nacional de Bellas Artes que dirigía Pío Collivadino, donde recibió las enseñanzas de Alberto Rossi, Reinaldo Giudici y Carlos Ripamonte. Fue condiscípulo, entre otros, de Lino Spilimbergo, Luis Tessandori y Adán Pedemonte. Egresó en 1916, con el título de Profesor de Dibujo. Asistió a las clases de pintura al aire libre dictadas por Cesáreo Bernaldo de Quirós por quien manifestó siempre una gran admiración. En 1939 fue designado Profesor de Dibujo en la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza, donde se radicó. Intervino desde su juventud en los concursos realizados en la Academia, en uno de ellos, en 1911, obtuvo Primer Premio por su Venus de Milo. En 1917 formó parte del grupo fundador de la Mutualidad de Estudiantes de Bellas Artes. Concurrió al Salón Nacional a partir de 1922 y participó en los principales salones del interior. Expuso en Río de Janeiro en 1950 y realizó muestras individuales en Buenos Aires, Mendoza y otras varias ciudades argentinas. Obtuvo, entre otros, el Primer Premio Cámara de Diputados de Mendoza en el Tercer Concurso Municipal de Mendoza en 1949. Fue fiel a los cánones del dibujo y de la luz y a un estilo académico que se vio reflejado fundamentalmente en sus desnudos y retratos. Estuvo ajeno e inconmovible ante los avatares de las corrientes y tendencias en boga, y solía decir que “lo esencial en el arte no es el ismo, la moda, el berretín de la originalidad” y agregaba, “no estoy en contra de las nuevas formas de expresión. Acepto todo, con una única condición, que esté bien hecho. No es el tema lo que importa, sino la ejecución”.