Nació en Buenos Aires el 25 de mayo de 1893 y falleció en la misma ciudad el 2 de septiembre de 1916. Precursor del realismo social. No tuvo tiempo de celebrar ninguna muestra individual, siendo admitido sólo en una colectiva: El Salón de los Recuerdos en 1914. Asistió a clases en el taller libre de la Asociación Estímulo de Bellas Artes. Concurrió al Salón de Córdoba en 1916. Murió veinte días antes de que uno de sus lienzos fuese expuesto en el Salón Nacional. Su vida fue restringida. Pasó privaciones económicas. Sus temas preferidos fueron la vida en el conventillo y de los inmigrantes, no siempre triunfadores en la tierra adoptiva que le prometía progreso. Sus imágenes son madres desamparadas, mendigos, obreros e interior de algunas villas miserias de principio del siglo XX, menos lúgubres que las de Europa. Autodidacta y excelentemente dotado para el dibujo hay en sus primeras obras, paisajes por lo general una visible influencia de Zuluaga. Su obra ulterior comprendió interiores, escenas y tipos de los inquilinatos porteños, los obreros e inmigrantes. Un espíritu de estremecido amor por ese medio y su gente anima su pintura realizada con un criterio realista, atenuado por su sentido del movimiento y del color, que resolvía en grandes masas agrupadas con graciosa proporción. (Córdova Iturburu, Ochenta Años de Pintura Argentina, Editorial Librería de la Ciudad, Buenos Aires 1978).